Poema inédito
“Procura”
“Procura coquetearme más y
no reparo de lo que te haré”
Podría jurar que me he vuelto adicto a tu
Rebeldía caótica y a tu dulzura melancólica.
Obstinadamente me adueño de tus brazos,
Coqueteo con tu cintura y me aferro a la
Única parte de ti que me pertenece.
Rompo cadenas de realidad y doy libertad
Al alma de permanecer en un sueño…
Callado y perpetuo.
Obedece mi imaginación al yugo de
Quimeras fantásticas, de sueños
Utópicos de besos perfectos, y aún
Efímeros.
Tiemblan mis sentidos incendiados,
Entusiastas, ante el ficticio néctar
Absorbido frenéticamente de tus no
Reales labios, deliciosamente delineados en tu
Meramente ilusorio rostro,
Extraordinariamente perfecto, vulgarmente intangible.
Me carcome tu amor.
Antes por propio que por ajeno y viceversa….
Siempre queda el recurso de quedarse callado.
“Procura coquetearme más y
no reparo de lo que te haré”
Podría jurar que me he vuelto adicto a tu
Rebeldía caótica y a tu dulzura melancólica.
Obstinadamente me adueño de tus brazos,
Coqueteo con tu cintura y me aferro a la
Única parte de ti que me pertenece.
Rompo cadenas de realidad y doy libertad
Al alma de permanecer en un sueño…
Callado y perpetuo.
Obedece mi imaginación al yugo de
Quimeras fantásticas, de sueños
Utópicos de besos perfectos, y aún
Efímeros.
Tiemblan mis sentidos incendiados,
Entusiastas, ante el ficticio néctar
Absorbido frenéticamente de tus no
Reales labios, deliciosamente delineados en tu
Meramente ilusorio rostro,
Extraordinariamente perfecto, vulgarmente intangible.
Me carcome tu amor.
Antes por propio que por ajeno y viceversa….
Siempre queda el recurso de quedarse callado.
posted by El hombre del traje gris | 9:33 p.m.
2 Comments:
MI VIDA AL REVÉS…
A veces pienso al revés ¿qué sería capaz de hacer al revés?
De este modo, y al revés, ayer decidí definitivamente ser al revés
Me ha costado esfuerzo intentar ser al revés
Disfruto al revés y me sorprendo de la vida, al revés
Creo que ahora quiero conservar toda mi esencia del mismo modo… al revés…
Haré todo al revés, amaré al revés…
… besaré al revés…
… anhelaré al revés…
… hablaré al revés…
… haré el amor al revés…
Quise mirarte al revés y logré llegar a tus ojos…
A veces quisiera que estuvieras tú al revés, para percibirte de manera recta…
Esculpiré sobre tu rostro una hermosa máscara de metal…
Y abrigaré con hilos de oro tus cansadas mejillas…
Y abriré rendijas de silencio para que uses tu mirada…
Como si vieras la profundidad de la noche en un día soleado de primavera…
Y mirarás cruzar cabras y doncellas, por los prados verdes del arrabal…
Y caminarás sintiendo tu propia respiración y contando tus latidos…
Hasta envolver el hierro con tus enjutadas manos…
Y mostrarás el reflejo pálido de tu rostro, sobre el escampado camino…
Tengo tu imagen dibujada en la palma de mi mano…
Siento, a cada momento, los latidos de tu corazón…
Como si te estuvieras desvaneciendo…
Siento tu respiración entrecortada…
Y todo tu cuerpo vibrando de éxtasis…
Las máscaras de hierro ya no cubren tu rostro infantil…
Se que algún día te volveré a ver…
Y cuando eso acontezca, te contemplaré sutilmente…
Concluyo al revés todo aquello que pensé…
Me confundo al revés, y lloro de lamento por ello…
Anhelo al revés, ver cómo mis lágrimas brotan y escurren…
Tengo en mi pensamiento el reflejo de tu silueta…
Me confundes, al revés… y me alientas…
Quiero esa metáfora de respiración que abriga mis pulmones…
Para sacar el aliento dolido de mi respiración de mis entrañas…
No sabes el daño que me has causado…
Y lo que puedes llegar a provocar en mí…
Quiero que todo siga siendo al revés
Hasta la partidura de mi melena desgreñada
Como una expresión de sentimiento
Que he vivido y, de que lo he hecho a propósito…
Como una expresión de mis sentimientos y mis fascinaciones
Para mostrarte entre cuartos y balcones…
Que mi descanso eterno es una coartada de conquista…
Que acá espero, sentado sigilosamente…
Bajo el dintel, en aquel escalón que algún día tú pisaras…
Habrá de suceder, al menos de seguro, la muerte…
Será ese día, cuando te vea pasar…
Y te saludaré desde ese lugar, al que serás invitada…
Para desbordar de placeres y alegrías…
Y morir juntos en la pasión sublime…
De nuestras carnales lujurias…
Lo haré siempre, pensando en mi propia vida…
Como algún día lo dijera, acerca de la mía propia…
He de vivir a propósito en total estado de gracia…
En comunión con mis ángeles y mis demonios…
Completamente ajeno a mis fantasmas…
Pero en limpia conexión con mi esencia…
Casi limpio de rencores y nostalgias…
Sediento de vida y de mañana...
¡¡¡Despierto!!!, muy despierto…
Para vivir a propósito con más energía…
Con mucha más alma…
¡¡¡Perdonar y perdonarme!!!...
¡¡¡Entender y entenderme!!!...
Al incorporarme a la vida…
Poder sentir esa profunda intención de vivir a propósito…
Sin perderme alguna instancia de mi propia vida…
Llenar los pulmones de lo que me traiga este nuevo aliento…
Que me desgreñe completamente la melena…
Como muestra ineludible de que he vivido…
Y de que lo he hecho a propósito…
LA MÁSCARA DE HIERRO…
La máscara del lunes, ha quedado guardada dentro de la máscara del domingo…
La máscara del martes, en cambio, se ha refugiado en la máscara del sábado…
La máscara del miércoles, ha decidido cobijarse dentro de la máscara del viernes…
¿Por qué no son pares, los días de la semana?
No tengo un solo día, donde cautelar la máscara de jueves…
Será entonces, que es el único día de la semana que muestro el verdadero rostro…
Junto a mi verdadera mirada…
Y soy capaz, incluso, de abrir mi corazón, y de llorar…
He de creer que, en la realidad, la vida no es así…
Porque ese día, es el único día…
En que no me ha sido posible guardar mi máscara del jueves…
Necesito un día adicional para guardar la máscara del jueves…
O tal vez, mejor reordeno la semana y así podré guardarla…
Si tan solo un día lograra cobijar a dos de ellas, el problema estaría resuelto…
Entonces, repito sucesivamente el ejercicio…
E inicio la marcha con la máscara del martes…
La máscara del martes la guardo en la máscara del lunes
La máscara del miércoles, la guardo en la máscara del domingo
La máscara del jueves, se guardará en la máscara del sábado…
Y la del viernes…
¿Dónde guardo la máscara del viernes?…
Nuevamente tendré un día para sonreírle a alguien con una sonrisa lozana, divina…
De pronto se viene hacia mí una simple reflexión…
Ordenaré las máscaras en los días de manera aleatoria…
Guardaré máscaras conforme a una cierta regla…
Regla… que aun no conozco…
Y tendré así la posibilidad de ignorar…
¿Cuáles son aquellos días en que las máscaras regirán mi vida?
Y definitivamente, no sabré jamás, ¿cuál de ellas lo hará en la realidad?…
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