El tiempo...

El tiempo hace cosas muy curiosas. A su paso el recuerdo de nuestro amor infantil, de nuestros primeros pasos de la mano de Eros se he transformado tanto... Cada vez tu amor parece más platónico y distante, tal vez por que tu amor es cada vez más platónico y distante. Hace ya tantos años que te amé y besé por última vez tus labios cuyo tacto no consigo recordar. La neblina que borra ese recuerdo a menudo me provoca una nostalgia inmensa, no de tus besos, sino del recuerdo de tus besos.

"Ella me quiso tanto,
yo aún sigo enamorado..." Y así Joan Manuel Serrat comienza, según yo, a relatar nuestra historia. Me encantaría saber tu versión de esa hitoria, me encantaría también saber por qué involuntariamente te afanas tanto en ser cercana a la mujer que lejos de robarme la razón simplemente la asume suya cuando mi cordura sucumbe a su sonrisa, a su pelo, a su tez. Cómo logras adueñarte de tantos suspiros de este pobre loco que ha llegado a verte como algo no sólo idílico sino tan lejano a mi que resulta inalcanzable. A veces se me olvida que me amaste, o por lo menos eso dijiste y yo lo creí.

Te veo ahora como un ídolo al que mi amor se rinde sin esperar respuesta pero con una fe casi religiosa de volver a probar alguna vez la gloria y esta vez poner mucha, mucha atención para nunca volver a olvidar a qué sabe.